El III Cross Pinar Dunas de San Antón, organizado por el Club Deportivo Solsport, rendirá un homenaje al atleta portuense Pedro Rizo. La prueba, que se celebra el 15 de enero, será muy especial para el veterano deportista, de 82 años, aunque no se trata de primer reconocimiento que recibe.

«Ya en el año 85 me hicieron mejor deportista portuense y después he tenido varios homenajes en Chipiona, Trebujena, en Chiclana o en Sevilla», explica orgulloso. «Llevo corriendo unos 40 años. En aquella época había pocas pruebas. La gente se cachondeaba de mí porque decían que estaba loco por ir corriendo solo. Ya después en Jerez me encontré con un compañero de El Puerto y fuimos acumulando amigos e hicimos el club Alnacatif».

Se alegra mucho de ver cómo ha ido calando el atletismo entre los aficionados al deporte y se sigue sintiendo con fuerzas para mantener su tradición: «Yo sigo entrenando y compitiendo, pero con mi edad voy tranquilo. A la semana me entreno unos cuatro días o cinco y corro una hora más o menos«. En su caso, se cumple el paradigma de que correr nos hace más felices.

Está seguro de que «si no hiciera esto, estaría muerto«. Disfruta como el primer día de su afición y lleva bien el hecho de competir con gente mucho más joven dentro de su categoría en cada prueba: «Voy con gente de 20 años menos. Yo nací en el 35 y uno no puede hacer nada contra gente que nació en el 60, pero me dan el premio por ser el mayor».

Ni la lluvia ni el viento le hacen quedarse en casa. Sigue saliendo a correr cada día, aunque no se lo pongan fácil, manteniendo siempre una vida activa: «A mí nadie me come el coco, aunque mi mujer quiere que lo deje. A mis hijos no les ha dado por correr, pero yo seguiré mientras que el cuerpo aguante». Junto a su casa, en El Puerto de Santa María, tiene un museo donde muestra sus trofeos, medallas y diplomas. Cuatro décadas dedicas al deporte con el único objetivo de disfrutar.

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