En el deporte de masas las causas solidarias suelen tener un espíritu impostado. En muchas ocasiones se persigue el golpe de efecto y el lavado de imagen del deportista, que tiene la solidaridad como una cita más dentro de su agenda de compromisos publicitarios.
En las antípodas está Christian Jongeneel, un exnadador de primer nivel que dio un giro a su carrera por unas inquietudes personales que le han llevado a ser uno de los abanderados del deporte comprometido. Sus retos van siempre acompañados de causas benéficas. Ha cruzado el Canal de la Mancha, el Estrecho de Cook en Nueva Zelanda y ha realizado la travesía de Puerta de la India, entre otros, pero el mayor mérito está en el fin de su trabajo.
Impulsor de Brazadas Solidarias junto a muchos compañeros y amigos, es uno de los nadadores de larga distancia más destacados de esta disciplina en el ámbito internacional. Superada su etapa de competición de alto nivel en las piscinas, Christian compagina ahora su vida profesional con su vida deportiva con esfuerzo, sin perder nunca las ganas y la motivación por superarse, y haciendo frente a retos extraordinarios a través de mares y océanos de todo el mundo.
Christian Jongeneel se enfrentará a la travesía del cruce del Canal de Menorca en septiembre de 2015 con el objetivo de recaudar fondos para un proyecto de suplementación alimenticia de niños y ancianos de la India, en el marco de su estrecha colaboración con la Fundación Vicente Ferrer. Puedes colaborar con su proyecto pinchando en este enlace de la plataforma Mi Grano de Arena.
– ¿Se le puede catalogar como un nadador solidario por el fondo que suelen tener tus retos?
– Yo sólo hago lo que siento en cada momento. A día de hoy no entiendo el deporte sin ir de la mano de un proyecto solidario. Siempre he pensado que no hay nada mejor que dar brazadas para mejorar la vida de otras personas.
– Pasar de la alta competición a competir consigo mismo, ¿es un paso complicado?
– Para nada, lo considero parte de una evolución, nunca he tenido un cambio o experiencia traumática en mi vida. Todo ha sido una transformación tranquila y normal, ni siquiera he notado que terminase o empezase ninguna etapa en mi vida. Me siento muy realizado y enriquecido con todas mis experiencias.
– ¿Qué le aporta cuando entra en contacto con otras personas en sus travesías?
– Es lo que más me llena. Conocer y compartir momentos especiales con otras personas es lo que perdura en mis recuerdos. Por muchos mares y océanos donde he nadado sólo recuerdo a las personas que he tenido la suerte de conocer. Gracias a las travesías y ahora que lo pienso tengo amigos en los cinco continentes.
– ¿Qué espera de su reto en aguas menorquinas en comparación con otros retos que ha hecho recientemente?
– Como siempre, espero que con este reto poder acercar a muchas personas los pensamientos y las convicciones que tenemos. Cada vez más personas tienen que conocer y disfrutar con una forma más social de hacer deporte. Como travesía espero superar la distancia de entre 37 y 40 kilómetros junto a vientos de tramontana y la compañía de medusas. Nadie puede ganarle al mar, solamente él decide si cruzas o no. Mi intención es compartir mas de 14 horas junto a mis pensamientos y sus movimientos interminables.
– ¿Qué cree que aporta en la Fundación Vicente Ferrer?
– Estoy en la Fundación por puro amor y convicción de que todo lo que hacen revierte directamente en la mejora de las vidas de muchas personas en la India. Creo en las personas y su capacidad de mejorar. Con mi perfil deportivo aporto un trato más directo, cercano y empático con las personas que hacen deporte. Transmitiendo que el deporte rompe murallas muy solidas en lo referente al género y clases sociales, en India la Fundación esta teniendo grandes avances con esta poderosa herramienta.
– El gran público suele idolatrar a deportista multimillonarios ¿Se le hace poco caso a los deportistas que disfrutan sin tener grandes ingresos?
– Sí, eso salta a la vista. Pero se está creado una gran cultura deportiva. Eso supone que las personas actualmente saben valorar a los deportista en su justa medida. Muchos de estos idolatrados no transmiten lo que las personas necesitan dando unos valores poco acertados.
– ¿Percibes que la gente se involucra en las travesías solidarias, con todo lo que ello conlleva?
– Claro que sí, lo importante en estas travesías es que las personas conozcan el fin y la razón por las que se hacen, siempre pensando en una cooperación activa. Destacar el papel de la mujer en nuestro modelo deportivo. Ellas están dando grandes lecciones y aún aportarán mucho más. Sabedoras de que las mujeres son las que más sufren la discriminación y desigualdad en este mundo, serán ellas las que den las mejores brazadas.
Ya está abierta la campaña de microdonaciones de su proyecto. Entra en este enlace y colabora en una buena causa.
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